jueves, 2 de abril de 2009

BOCAS


Sin el permiso ni el perdón del autor



Que le den risas todas las noches,

bocadillo de perfecciones a media madrugada,
despojada de ropas, desnuda de todos los miedos,
miradas buenas y juntas como ebrios por siempre.


Que le de resurrecciones a mis muertes,
sombra; que desaparezca y vuelva a comer,
paraíso desarreglado, amantes del placer,
como ciega oportunidad, esclava de la luz.


Que sea a dúo la rebelde soledad,
crecen las nubes, crece la lluvia,
que el fin sea utopía en sangre y besos,
extraña infinita, hallada en lo inexistente.